Contexto histórico de Bellas Artes

Hacia el año 1930, en el marco de las políticas administrativas, Cali se convierte en uno gde los principales centros económicos e industriales del país con el inicio de la construcción de la vía Buenaventura – Cali y la llegada de diversas industrias y empresas a la Ciudad.

Como parte de su desarrollo académico y cultural, surge en 1932 con aportes del municipio, el Conservatorio de Música de Cali liderado por el Maestro Antonio María Valencia Zamorano, pianista y compositor y, a quien se le reconoce el mérito histórico de crear, impulsar y dirigir la primera institución dedicada a la enseñanza profesional del arte, en el suroccidente colombiano.

Conservatorio de Música de Cali
Desde el 2 de enero de 1933 comienza sus labores académicas como Conservatorio de Música de Cali y se convierte en epicentro de la actividad musical de la ciudad y la región, promoviendo la excelencia artística, propiciando las condiciones para ofrecer una enseñanza acorde con los cánones internacionales y llenando un vacío en el entorno artístico.

Escuela Departamental de Bellas Artes
Mediante Ordenanza No 08 de marzo 16 de 1936, se crea la Escuela Departamental de Bellas Artes y se le incorpora al Conservatorio de Música de Cali, denominándose “Conservatorio de Cali-Escuela Departamental de Bellas Artes”.

En 1942 el Conservatorio de Cali-Escuela Departamental de Bellas Artes, “Instituto de enseñanza artística elemental, media, superior y de especialización”, recibe aprobación del Ministerio de Educación Nacional, mediante Resolución No. 332 de su Plan General de Estudios. Escuela de Bellas Artes y extensión cultural del Valle
Mediante Ordenanza No 12 de 1975, la Asamblea Departamental del Valle del Cauca le dio la denominación de “Instituto Departamental de Arte Y Cultura” y Decreto Ordenanzal No 1022 del 1983-1 del Gobernador del Departamento del Valle, crea el Instituto Departamental de Bellas Artes.

Por Acuerdo No 252 de 1985, el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES), concede al Instituto Departamental de Bellas Artes, la licencia de funcionamiento a los programas de formación universitaria en diseño gráfico, artes plásticas, cerámica y ejecución instrumental.

Bellas Artes en el nivel de educación superior, hace tránsito a la acreditación institucional y ofrece programas de formación en el campo del arte acreditados por el Ministerio de Educación Nacional, a través de tres facultades y de los grupos artísticos profesionales que lo constituyen:

Conservatorio Antonio María Valencia
Durante sus primeros 20 años, el conservatorio ha consolidado un modelo pedagógico de la facultad de música con logros concretos que son manifestación de la calidad de la enseñanza musical que se brinda y que se ha cristalizado durante más de ocho décadas, a partir de las actualizaciones realizadas a los planes de estudio, a la continuidad en los profesores y directivos de la institución, a los procesos de autoevaluación y a la discusión académica en el conservatorio, consolidaron propuestas académicas

Los diseños curriculares para orientar la formación musical en Bellas Artes, parten de un trabajo investigativo que logra integrar los lineamientos institucionales, las necesidades del contexto y las exigencias propias de la formación musical del conservatorio. En este sentido, el programa de interpretación musical, ha tenido, a través de su historia, tres criterios fundamentales como soporte de la discusión académica: 1) La formación temprana como estrategia para el desarrollo del talento musical. 2) El reconocimiento de estándares internacionales como referente para el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio. 3) La tradición heredada y la visión musical y pedagógica que ha influido en la historia y la cultura del país.

En el momento actual y en el contexto internacional, la educación musical ha gestado un carácter multicultural que fundamenta su contenido curricular, no solamente en el conocimiento de la música histórica centro-europea de los siglos anteriores, sino además en la integración de saberes populares, músicas tradicionales y géneros de vanguardia, consolidando el aprendizaje de una estética pluralista a través de la interpretación de un instrumento como herramienta central de aprendizaje y su consecuente relación con el ejercicio de la relación enseñanza-aprendizaje en la interpretación musical.